Las personas con «Mentalidad de Escasez» ven la vida como si hubiera pocas cosas, solo una tarta. Y si alguien consigue un trozo grande, necesariamente otro se quedará con menos. Se sienten mal si tienen que compartir reconocimiento y mérito, poder o beneficios. También se sienten muy mal ante los éxitos de otras personas, incluso, y especialmente, cuando se trata de miembros de su propia familia o de amigos íntimos, asociados o compañeros. Cuando alguien recibe un reconocimiento especial, una ganancia inesperada, tiene un éxito notable o alcanza una meta, casi les parece que se lo han arrebatado a ellas.
Aunque parezcan felices por el éxito de los demás, por dentro la envidia los corroe. Su sentido de la propia valía proviene de las comparaciones, y el éxito de otro en alguna medida significa su propio fracaso. A menudo las personas con Mentalidad de Escasez albergan la secreta esperanza de que los otros sufran alguna desgracia, no una desgracia terrible, sino una desdicha aceptable que los «ponga en su lugar».
Siempre están comparando, siempre están compitiendo, ganar simplemente significa derrotar. Dedican sus energías a lograr la posesión de cosas o de otras personas, para aumentar su sensación de valía.
Pretenden que los otros sean como ellas quieren que sean. A menudo se rodean de individuos que solo les dicen «sí», que no las desafiarán, que son más débiles que ellas.
Covey, Stephen R.. Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.
El sentido del humor no está reñido con la asertividad.
En efecto, el sentido del humor es un arma poderosa en las relaciones personales y contribuye a crear ambientes distendidos y motivadores.
Las personas más seguras y asertivas aceptan mejor el sentido del humor en las relaciones laborales que aquellas que son inseguras, aunque hay que tener cuidado para evitar que el comentario sea interpretado como una burla o una ironía.
Un maravilloso ejemplo es esta secuencia extraída de la película «En busca de la felicidad (2006)».
Los contenidos son la base de un buen curso online, pero hay mucho más.
Si eres responsable de la formación en tu empresa o formas parte de este departamento debes saber elegir un buen curso online. No es difícil, en esto, como en cualquier otro ámbito, el sentido común es el que manda. No obstante, conviene tener claras algunas pautas para no perderse entre tanta oferta:
1. Calidad de los contenidos.Es esencial que los contenidos del curso sean de calidad, estén escritos por profesionales que conozcan bien el tema y puedan ser revisados cada cierto tiempo.
2. Ajustado a lo que necesitas.No hay que caer en el error de creer que un curso es mejor cuanto más información tiene. En la formación online, como en la televisión, los contenidos no pueden ser excesivos. Tienen que ser muy directos y concretos. Todos hemos vistos cursos repletos de pdfs que nadie lee o con enlaces a los que nadie enlaza. El exceso de información puede llevar al abandono. Recuerda que una pantalla no es un libro.
3. Diseño atractivo. Los cursos deben ser estéticamente agradables y el diseño debe estar tan bien pensado como los contenidos. De hecho, ambos se complementan. Un mal diseño resta atractivo al contenido igual que ocurre con una revista mal maquetada o una persona mal vestida.
4. Navegación fácil. Hay que evitar las navegaciones complicadas. Lo mejor es limitarse a los botones de avance y retroceso, incluyendo un índice abierto que permita ir a la página que se desee. Los bloqueos, la navegación por pestañas, las idas de un lugar a otro y demás aspectos sólo confunden y no aportan nada.
5. Interactividad ajustada.Muchos creen que un buen curso online es aquel en el que todo se mueve. Nada más lejos de la realidad. Los recursos, movimientos y otros aspectos deben estar al servicio de los contenidos. Si no es así, sobran. No hay nada más pesado que el exceso de movimiento o la necesidad de ir pinchando continuamente para acceder a los contenidos.
6. Lenguaje sencillo y adaptado. En cualquier medio los textos deben estar bien escritos, pero más aún en la formación online. La pantalla de un ordenador, móvil o tablet, requieren una mayor concentración, por ello hay que elegir cursos cuyos contenidos sean precisos, sencillos y concisos.
7. Duración apropiada. La duración del curso depende siempre de lo que hay que aprender, es verdad, pero hay que evitar que sea excesivamente largo. No obstante, si es necesario incluir mucho contenido, éste debe separarse en módulos (capítulos) con carácter individual, de manera que se pueda realizar el estudio por partes.
8.Posible revisión de contenidos.La revisión de contenidos es una de las ventajas del online y no hay que desaprovecharla. Poder cambiar contenidos, actualizarlos, personalizarlos a la realidad de tu empresa o incluir información nueva es esencial en un curso online de alta calidad. Muchas empresas de e-learning tiene tarifas predefinidas para estos casos.
9. Plataforma de fácil acceso a alumnos y gestores. En este apartado hay que señalar aquello de “menos es más”. El acceso al curso por parte del alumno debe ser rápido y sin complicaciones, especialmente si se ha elegido un curso sin tutor. Recuerda que lo importante es el curso, no lo que le rodea. Además, la información sobre el avance de los alumnos y sus calificaciones tiene que ser accesible y comprensible. De esta forma, el gestor de formación podrá conocer en cualquier momento su evolución.
10. Fácil comunicación con la empresa proveedora de cursos online. Elige siempre una empresa con la que sea fácil comunicarse, que comprenda tus necesidades concretas de formación y que esté siempre abierta a las revisiones y actualizaciones de sus cursos.
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Las personas con «Mentalidad de Escasez» ven la vida como si hubiera pocas cosas, solo una tarta. Y si alguien consigue un trozo grande, necesariamente otro se quedará con menos. Se sienten mal si tienen que compartir reconocimiento y mérito, poder o beneficios. También se sienten muy mal ante los éxitos de otras personas, incluso, y especialmente, cuando se trata de miembros de su propia familia o de amigos íntimos, asociados o compañeros. Cuando alguien recibe un reconocimiento especial, una ganancia inesperada, tiene un éxito notable o alcanza una meta, casi les parece que se lo han arrebatado a ellas.
